PACE: rol clave en los apoyos académicos y psicosociales a las y los estudiantes
Autor: VRAC|
Se ha observado un aumento considerable en la demanda de apoyos académicos y psicosociales, como así también en salud mental. A través del trabajo en el Acompañamiento en la Educación Superior el programa ha podido dar respuesta a estas necesidades, manteniendo un contacto cercano con sus estudiantes que no sólo promueve un buen desarrollo académico e integral, sino que también es significativo en la vinculación con la Universidad, aportando a la persistencia en la educación superior.
El PACE también ha colaborado significativamente en la elaboración e implementación de Planes de contingencia COVID-19, en conjunto con los diferentes servicios y unidades de la Dirección de Desarrollo Estudiantil para aportar al bienestar de la comunidad educativa en estos difíciles momentos.
De acuerdo con la Directora de Desarrollo Estudiantil, Sandra Gaete Mejías, en Enseñanza Media el programa ha cumplido un rol fundamental en el abordaje de la contingencia en los establecimientos educacionales, promoviendo tempranamente el contacto y la vinculación con estudiantes de tercero y cuarto medio, y transversalizando estrategias pedagógicas, de contención socioemocional y orientación educacional que han permitido a los equipos profesionales de los establecimientos educacionales contar con herramientas para enfrentar esta contingencia.
Por su parte, el coordinador del PACE, Cristian Vidal, comentó que a través del trabajo en conjunto con las unidades de Orientación, se ha logrado mantener las expectativas y motivación de los y las estudiantes, especialmente de cuarto medio que frente a las dificultades de la crisis sanitaria y social ven con aún mayor lejanía sus posibilidades de ingreso a la educación superior.
El trabajo constante y consistente en tutorías vocacionales, consejos de curso, redes sociales, catastros y elaboración de diagnósticos, encuentros de orientadores(as) y docentes, difusión y orientación sobre beneficios estudiantiles entre otros, ha permitido a estudiantes y comunidades educativas mantener un ritmo de trabajo que contribuye al fin último del programa PACE: Promover a la equidad en el ingreso y permanencia en la educación superior, con el convencimiento que la educación, en su sentido más amplio, sigue siendo un importante motor de una sociedad más justa y responsable, y que en ese sentido la educación pública y estatal debe cumplir un rol primordial para asegurar a cabalidad el ejercicio de este derecho.