Pese a que en Latinoamérica y el Caribe es Chile uno de los líderes en conectividad digital, el Director de Tecnología Educativa y Aprendizaje Continuo (DTEAC) de la UTEM, Miguel Sanhueza Olave, considera que la alta demanda en las redes ha sobrepasado la capacidad de las compañías de telecomunicaciones, que definitivamente no han estado a la altura para poder dar una respuesta que satisfaga al usuario final.
 

Por ello, el experto valoró positivamente que se abran los caminos hacia el 5G, porque “de llegar a concretarse en un par de años más, significa que la educación, en su contexto general, podrá optar a un cambio cualitativo, pues las condiciones para poder efectuar lo que hoy es meramente especulativo, estarán dadas para poder concretarse, la apertura al internet de las cosas, el acceso a la realidad virtual, la aplicación de la inteligencia artificial, y por sobre todo la accesibilidad”.

De acuerdo con Sanhueza Olvae, esos serán factores que ´debiesen´ ser propios de esta tecnología en función de las condiciones que se apliquen en sus licitaciones. “Todo eso contribuirá a minimizar esta brecha en el acceso a la información, lo que apoyará a muchas áreas, entre ellas, sin dudarlo, la educación”, subrayó.

La nueva tecnología multiplicará por diez la velocidad promedio con que navega un usuario en Internet, mientras que tendrá 100 veces más capacidad que las actuales redes 4G.

Para Chile, el despliegue de la futura red impulsará una inversión de entre 2.650 y 3.000 millones de dólares en infraestructura en los próximos cinco años. Con ello el país se coloca a la vanguardia de las telecomunicaciones en Latinoamérica, al ser el primer país en desarrollar esta tecnología.

Sanhueza Olvae estima que la llegada del 5G es una innovación tecnológica que se convierte en una oportunidad para avanzar y propiciar la disminución de la brecha de conectividad que hoy nos separa.

El Director de la DTEAC dice que luego del contexto de la pandemia, en que hemos suplido nuestro contacto físico por una video llamada, está latente el desafío de que Chile sea un país digital de verdad, donde todas y todos tengan más oportunidades y donde las leyes incentiven que la conectividad avance conforme a la velocidad que se requiere.

“Para ello es imprescindible que se abran las autopistas digitales de la conectividad, que permitan a estas nuevas señales estar a disposición de la sociedad”, comentó el experto, quien ha vivido de cerca cómo las actuales lagunas de conectividad han afectado a muchos estudiantes en la enseñanza remota, ya que no pocas compañías presumen de tener una gran cobertura, pero en realidad no es así, existe una gran asimetría de conectividad entre los grandes núcleos urbanos y las zonas suburbanas y rurales.

Según informó el Gobierno al anunciar la licitación, la nueva red impulsará la comunicación entre dispositivos, fomentando las ciudades inteligentes. En materia de transporte, permitirá que los vehículos estén conectados entre sí e interactúen, con una gestión más eficiente de la red de las ciudades, evitando la ocurrencia de accidentes, aglomeraciones de tránsito y optimizando el uso de calles y carreteras.

Otros elementos como semáforos, luminarias públicas, cámaras y sensores, entre otros, también estarán coordinados a través de esta red.

El Director de la DTEAC manifiesta estar consciente de esos previsibles avances, pero insiste en que el Estado debe salvaguardar todas las zonas donde las empresas de telecomunicaciones no van a tener alta rentabilidad, para así evitar que se continúe agigantando la brecha existente en materia de conectividad.