COLUMNA DE OPINIÓN N°2
Autor: VRAC|
Integridad académica en el trabajo del profesorado universitario
Dr. Pedro Bracho-Fuenmayor |
Introducción
Como actores relevantes en el escenario universitario, están los docentes, quienes deben actuar permanentemente dentro de los cánones impuestos por la integridad académica, toda vez, que tienen la misión de formar, preparar y dotar de conocimientos a los estudiantes, con el propósito de que desarrollen las competencias necesarias para desempeñarse en sociedad y en el ámbito laboral.
Integridad académica en el trabajo del profesorado universitario
La integridad académica, se erige como un punto cardinal en el cual debe estar encausada la actuación del profesorado universitario, quien debe evocar un comportamiento que permita materializar una compatibilización entre sus manifestaciones y ejecutorias, donde se haga presente una permanente conexión entre sus valores y principios, al practicar la honestidad, dada la loable misión formadora que debe desempeñar en el contexto universitario y que al unísono debe fungir como modelo, para el estudiantado que está formando.
Compromiso institucional
Pertenecer a una institución de Educación Superior, implica asumir su filosofía, tener en cuenta la misión, visión y los valores que la caracterizan, trabajar para alcanzar los objetivos que se propone esa casa de estudios. De allí, que el profesorado, nutre sus contenidos académicos con los lineamientos de la institución, lo cual implica tener la convicción de que su desempeño, contribuye con la formación de sus estudiantes, brindándoles la seguridad que necesitan al alinear lo disciplinar, con lo institucional.
Formación
La integridad académica del profesorado universitario se nutre de todos aquellos aspectos teórico-conceptuales desarrollados durante su formación y que van fortaleciéndose con otros elementos de la vida social, política, económica, tecnológica y cultural. Destacando que la formación debe ser abordada, tanto desde el punto de vista académico, como desde lo personal y lo social, aspectos que se van logrando en la medida que se desenvuelve en su medio, practicando los principios de la honestidad, que le enseñan entre otras cosas, las virtudes de lo ético y lo moral.
Responsabilidad
Este es uno de los valores que determinan la integridad académica, que va desde la responsabilidad, las puntualidad y el cumplimiento de las obligaciones con ocasión de las funciones académicas propias del cargo, que entre otras, está las de adquirir competencias pedagógicas y didácticas, para la enseñanza de su área de formación profesional, así como también, contribuir con labores de docencia, investigación y vinculación tanto institucional, como con el medio, teniendo siempre como norte la responsabilidad social que debe caracterizar a todo profesional, en el marco del cumplimiento de los objetivos institucionales-organizacionales, coadyuvando con el crecimiento sustentable de la institución universitaria, lo cual permitirá la formación de una generación de relevo profesional que estará a la vanguardia para sumir los nuevos desafíos sociales, cónsonos con lo tecnológico y el desarrollo de la humanidad.
Conclusión
La integridad académica no es una cualidad que se logra en un día, ni depende de una formación específica, por cuanto ésta involucra lo personal, la capacidad de la persona como docente, para demostrar en su desempeño, su ética profesional y su honestidad, exhibiendo una necesaria coherencia y congruencia entre su hacer y el deber ser.