Los cursos, que totalizaron 90 horas cronológicas en las modalidades sincrónica y asincrónica, estuvieron a cargo de la Unidad de Mejoramiento Docente, dependiente de la Dirección General de Docencia, y de la Dirección de Tecnología Educativa y Aprendizaje Continuo (DTEAC).

Dicho ciclo de cursos permitió abordar el Diseño Instruccional desde una perspectiva innovadora que responde a los nuevos escenarios educativos emergentes y que sitúa al estudiante en el centro del proceso educativo, otorgando, a las y los participantes, herramientas de planificación, evaluación y diseño para ambientes mixtos de aprendizaje.

Previo a la charla del Doctor Cabero, el Director de la DTEAC, Miguel Sanhueza Olave, en nombre de la Vicerrectora Académica, Marisol Durán Santis, dio la bienvenida a los más de 70 participantes en la jornada y aseguró que la manera de aprender ha cambiado y, por ende, la forma de enseñar debe adaptarse al escenario actual y futuro.

“Ello significa que tanto la figura del docente como las metodologías de enseñanza han de adecuarse a la nueva manera de concebir el conocimiento y generar nuevos ambientes de aprendizaje que respondan a las nuevas necesidades de la Era Digital”, expresó el Director.

Por su parte, el profesor Cabero, Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, inició la charla haciendo referencia a los nuevos escenarios formativos y los consiguientes nuevos lenguajes y necesidades de preparación de las y los docentes.

En relación con los nuevos escenarios formativos, explicó que están signados por el hecho de que las tecnologías van a ser una variante crítica, que aunque no están entrando aún en todos los niveles en las instituciones educativas, como ocurre en otros sectores como la salud y el ocio, lo cierto es que cada vez hay una mayor penetración de los avances tecnológicos.

“Debemos estar alfabetizados para desenvolvernos en esta sociedad, por lo que tendremos que saber cómo decodificar y codificar la información que en su momento se puede presentar”, reflexionó el académico español, quien actualmente es catedrático del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Sevilla.

Al abordar la competencia digital, la definió como el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de información y comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad.

“La competencia digital no se reduce al manejo instrumental de las TIC, se trata de cómo somos capaces de utilizar esas tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje para resolver problemas de comunicación con nuestros estudiantes”, señaló el profesor Cabero.
En su opinión, lo verdaderamente importante es cómo el docente es capaz de crear entornos enriquecidos con las tecnologías, entornos comunicativos, válidos para las y los estudiantes.
“Que un profesor se forme en las TIC implica que se forme en diferentes dimensiones de cómo incorporarlas en los procesos de enseñanza-aprendizaje”, insistió el académico, quien precisó que ser competente digitalmente no es una capacidad que se adquiere de manera rápida y de una vez, pues tarda entre tres y cinco años en adquirirse, pasando por las etapas de acceso, adopción, adaptación, apropiación e innovación.
En sus reflexiones finales, el Doctor Cabero subrayó que formar un profesorado en el manejo de las TIC no es una capacitación instrumental ni una actividad puntual, sino que implica un proceso, que conlleva un gran cambio cultural.
Además, insistió en que no debe verse como una competencia aislada, sino como una competencia didáctica que el docente tiene que poseer, supone que el profesor asuma diferentes niveles de desarrollo e implica una concepción práctica, pero también conceptual.