Docente del Taller PPS de la UTEM gana segundo lugar en concurso nacional de poesía
Autor: VRAC|
Fernández Guajardo, licenciado y máster en Filosofía por la Universidad de Chile, ganó el segundo premio con su poemario Molina, La literatura chilena soy yo, obra seleccionada entre los 253 textos poéticos enviados por artistas de todo el país. El primer lugar lo obtuvo Sergio Gabriel Muñoz, de Valparaíso, con su libro Nárkissos, mientras que la tercera plaza fue ocupada por Juan Cameron Zamorano, con La balada de la pantalla inerte.
Las bases del concurso exigían que fueran obras inéditas, con una extensión de 450 a 650 versos.
Según nos explica el profesor de la UTEM, Molina, La literatura chilena soy yo, es un libro inspirado en Eduardo Molina Ventura (el chico Molina), escritor que se ha convertido en un mito de las letras nacionales debido a su condición de escritor ágrafo, aunque existe gran controversia en torno al considerarlo un escritor sin obra.
El docente del PPS señala que la amistad del chico Molina con los literatos de la generación del 38 y 50 han aumentado su leyenda y mucho se ha escrito sobre su persona sin agotar el símbolo que encierra su condición de mentiroso profesional, escritor sin obra y bohemio, como lo describe Alfonso Calderón en su libro Ventura y desventura de Eduardo Molina.
En 2017 se publicó Al otro lado del espejo, libro recopilado por José Miguel Ruíz en el cual se incluyen textos recogidos directamente de sus cuadernos, sin embargo, Ruíz en el prólogo advierte que la veracidad de la autoría de los poemas no pueda asegurarse del todo, lo que agrega otro elemento a su condición de mito de las letras nacionales.
En tanto, Molina, La literatura chilena soy yo, es un libro que suplanta la voz de Molina y entrega un mensaje a la literatura y a los literatos chilenos. “Este libro fue escrito el 2015, su recorrido ha sido, al menos, extraño, pues estuvo tres años en una editorial con la cual incluso firmé un contrato, sin embargo, no se publicó. Finalmente fue premiado y espero que pronto vea la luz”, comenta el profesor, quien debió viajar a Castro en noviembre para recibir el premio, pero la ceremonia ha sido pospuesta por la contingencia nacional.
El acercamiento de Fernández Guajardo a la literatura se produjo a los 14 años en el colegio, incentivado por algunas lecturas y profesores, y por un regalo de cumpleaños que le obsequió una de sus hermanas: Obra gruesa, de Nicanor Parra.
“Ese regalo me mostró que la poesía y la literatura en general podían tener infinitas opciones de combinación, además contrastaba con la dictadura que vivíamos, abriendo un campo de libertad. Ahí comenzó el intento de escritura, un par de amigos del colegio estaban en lo mismo, sin embargo, ellos tenían más lecturas en el cuerpo que yo por lo cual rápidamente me di cuenta que la escritura era un oficio que, en mi caso, debía recorrer. Camino en el cual aún me encuentro”, reflexiona el profesor.
Fernández Guajardo fue socio fundador y miembro del directorio de la Fundación de Rokha, y ha publicado los siguientes libros: Trinervo (Cosmigonon Ediciones, 2001) recopilación poética que reúne: El desencadenamiento de la caja negra (1993), Descalzado de culpa (1997) y Silencio a dos gritos (1998); Estado decepción (Mosquito Editores 2010), Barbarus, diario de Pirque (Editorial Milímetro, 2011), Camino de la bala (Mosquito Editores, 2013) y Ciencia lugubris (Editorial Filacteria, 2017).