COLUMNA DE OPINIÓN N°10
Autor: VRAC|
Gestión del capital humano: pilar de desarrollo universitario
Dra. Pilar del Real Westphal |
El desarrollo de las universidades, como entes dinámicos de generación de conocimiento, depende de múltiples factores. Sin embargo, uno que destaca por su impacto transversal es la gestión del capital humano, especialmente en el contexto de los departamentos disciplinares. Es en estos espacios donde se cultiva el quehacer académico, se forman los futuros profesionales y se promueven proyectos de impacto social.
La clave para fortalecer el quehacer universitario reside en el reconocimiento y la gestión estratégica del talento humano. Cada académico no solo aporta su experiencia y habilidades a las aulas, sino que también nutre la investigación, la innovación y las relaciones con el entorno. Así, la construcción de un equipo cohesionado y motivado permite que los departamentos sean motores de transformación para la universidad y la sociedad.
Una gestión eficiente del capital humano no es un lujo, sino una necesidad estratégica. Esto implica no solo la selección de perfiles idóneos, sino también su acompañamiento a lo largo de su trayectoria profesional. Proveer condiciones de trabajo adecuadas, fomentar el desarrollo continuo y generar oportunidades de colaboración son aspectos fundamentales para fortalecer el compromiso y la calidad del trabajo académico.
En este sentido, la planificación, evaluación y retroalimentación permanente se convierten en herramientas esenciales para detectar áreas de mejora y oportunidades de crecimiento. Por ejemplo, identificar fortalezas individuales puede ser el punto de partida para generar redes colaborativas dentro de los departamentos y entre ellos, potenciando el impacto del trabajo académico en un nivel institucional.
La gestión que realiza cada unidad disciplinar no solo beneficia al cuerpo docente, sino que permea en los estudiantes, en los procesos de investigación y, finalmente, en la reputación de la universidad como un todo. Cuando cada académico se siente valorado y motivado, la creatividad florece, la innovación se promueve, y el trabajo interdisciplinario se consolida como una ventaja competitiva.
Esto no es solo teoría. Universidades que han logrado destacarse a nivel nacional e internacional tienen en común un sólido sistema de gestión del capital humano. A través de programas de desarrollo profesional, políticas inclusivas y estructuras de apoyo, estas instituciones han transformado desafíos en oportunidades.
En un entorno cada vez más competitivo, la universidad no puede crecer si no lo hacen quienes la componen. Gestionar el capital humano en los departamentos disciplinares es una tarea que demanda visión estratégica, empatía y un compromiso real con la calidad educativa. Apostar por esta gestión no solo fortalece el trabajo de cada académico, sino que enriquece la labor de toda la universidad, consolidándola como un actor clave en la sociedad.
El desafío está claro: poner a las personas en el centro del desarrollo académico y demostrar que el capital humano no es solo un recurso, sino el corazón que impulsa a nuestras universidades hacia el futuro.